domingo, 6 de mayo de 2012

Servicio de Urgencias en Madrid

Hace unos días se ha creado un blog para uso de los médicos, enfermeras y demás personal del SUMMA 112 (Servicio de Urgencias Médicas de Madrid). Su finalidad es crear una vía de comunicación dentro de este grupo de trabajadores sanitarios, dada la falta de cohesión y unidad entre los mismos, debida, entre otros factores, a su dispersión en diversos dispositivos asistenciales (SUAP, UVI, UAD...). Y es que esta falta de unidad es un factor vital a la hora de debilitar su capacidad de respuesta ante las variadas y constantes agresiones y abusos que sufren por parte de la Administración. De hecho, es tal el grado de indefensión que padecen (padecemos) que el porcentaje y nivel de burn-out (quemados) es elevadísimo. Posiblemente superior a la media de los médicos de España en general, ya muy alto de por sí. Pues bien, he temido el dudoso honor de inaugurar el citado blog, que responde al nombre de summandosealasbarricadas.blogspot.com, ya descriptivo de por sí, haciendo un brevísimo resumen de nuestra situación. Ahí dejo una copia del mismo: Por fin tenemos un medio para estar en contacto!!!. Es un paso importante, ya que uno de nuestros problemas, entre otros muchos, es la falta de unión. Estamos cada uno en su equipo, completamente aislado del resto y recibiendo palo tras palo, sin otro recurso que maldecir y aguantar. Y de esto último, de aguantar y callar, sabemos todos mucho. Llevamos así toda la vida. Primero con el SNU/SEU, luego con las áreas y después con el SUMMA. Y éste último estamento, el “bendito” SUMMA, que parecía que iba a traer consigo una notable e imprescindible mejora de nuestra situación, ya que ibamos a depender de gente “de la nuestra” (el Dr.Tenorio, el Gerente del SUMMA, empezó haciendo guardias como nosotros, hasta que le designaron para su cargo político-administrativo) de la que se dedicaba única y exclusivamente a la urgencia, y que por tanto era de suponer que nos iban a respetar, comprender, ayudar, y todo aquello que se espera de una Dirección competente, responsable y bien formada en gestión de recursos humanos -¡qué ingenuos!- ha resultado ser el peor de los lugares al que podíamos llegar. Si cuando dependíamos de las áreas éramos el último mono, los apestados, esos que trabajaban por la noche, y que vaya usted a saber qué coño hacen y qué medicina sabrán para estar ahí… En el SUMMA, somos menos aún que en las áreas. Ahora sí que no somos nada, ni pintamos nada. Y como ellos así lo perciben, pues también así es por lo que nos tratan como a imbéciles. Nos consideran menores de edad, súbditos, seres tutelables, manejables y dirigibles: somos un cero a la izquierda. De hecho, por encima de nosotros cree estar todo el mundo, cualquier secretaria, administrativo… No importa su grado de formación, ni su función, todos se sienten con poder sobre nosotros. Y esto sí que supone una auténtica perversión; es el mundo al revés. La base sobre la que se apoya todo el sistema sólo la forman dos grupos: los enfermos y el personal sanitario que les atiende. Fuera de esto, todo lo demás no es más que la estructura organizativa al servicio de la base: nosotros y nuestros pacientes. Es decir, a nuestro servicio. La Dirección que ocupa Antracita, tiene sentido como una ayuda logística para facilitar nuestro trabajo. Si alguien debe estar al servicio de alguien, esa es la Dirección y todo el personal administrativo que depende de ella, al nuestro. Y, tal vez, sobre éste tipo de trabajadores, los administrativos, sí que se podría admitir cierta situación de autoridad por parte de la Dirección, pero sobre nosotros: ninguna. Que quede claro que el SUMMA existe sólo por y para nosotros. Que quede claro que el trabajo del SUMMA se lleva a cabo, no en los despachos, desde los que lo único que nos llega son órdenes y desplantes, sino en cada Centro de trabajo en el que estamos nosotros, no ellos. Que quede claro que el SUMMA somos nosotros, los que estamos a pie de calle dando la cara ante los pacientes, ante los jueces, ante la sociedad en general. Nosotros somos y ellos aparentan que son. Nosotros hacemos la guerra y ellos se ponen las medallas. Pero, bueno, hay tanto y tanto que decir, y tan importante y que afecta tanto a nuestra vida: salud, familia, economía… que ya iremos comentando poco a poco. Doy la bienvenida a este blog y reitero la esperanza de que sea de utilidad para unirnos y hacer frente común ante quienes pretenden hacer de nosotros unos esclavos sin voz, ni voto, ni dignidad, ni nada de nada… Ya casi se nos pasa el arroz, pero nunca es tarde para recuperar la dignidad. Y para ello es imprescindible que tomemos conciencia de lo que digo más arriba: nosotros somos la savia de este árbol. Sin nosotros no existe del SUMMA ni la S de siniestro… Es vital que nos unamos, cosa que nunca hemos hecho, y que demos pasos en la misma dirección. Basta de estar asustados por una reclamación absurda, por una carta de la Dirección, por una nota interna de los administrativos. No tenemos nada que temer. Nosotros tenemos la fuerza, lo que pasa es que todavía no lo sabemos; es triste, pero es así. Todavía no somos conscientes de nuestro poder y de nuestra valía. Nos han humillado tanto y durante tanto tiempo, que ya casi hemos olvidado lo que somos: médicos, enfermeras… Somos profesionales y de los buenos. Hacemos un trabajo que es vital para nuestra sociedad y como tal debemos reivindicarlo. No somos unos peleles, ni unos pusilánimes. Somos médicos, enfermeras, técnicos… que en otros países son reconocidos y respetados como se merecen y que se sienten orgullosos de lo que son y de lo que hacen. Vamos a hacer nosotros lo mismo. Tenemos mucho trabajo atrasado. Que cada uno haga examen de conciencia y piense a qué nivel de vileza se ha dejado arrastrar y si le merece la pena seguir manteniendo esta situación por más tiempo. Queridos compañeros, tenemos la sartén por el mango… Así que, usémosla. Un abrazo a todos

miércoles, 25 de abril de 2012

Politicastros

Tenemos unos políticos de opereta. Son cobardes, incultos, altivos, incompetentes, osados, irresponsables… Podría seguir, pero no merece la pena. Unos, los del PSOE, nos hundieron en la más profunda miseria económica, cultural y moral que hemos conocido desde la posguerra. Ahora, los otros, los del PP, no tienen los huevos de corregir y terminar con tanto dislate y despilfarro. Toman medidas fáciles -para ellos- pensando en no desgastarse demasiado, no molestar a los independentistas, terroristas y demás calaña antinacional. No se atreven a quitar las subvenciones a unos sindicatos que si se tuviesen que mantener con las cuotas de sus afiliados -como hacen en países avanzados- no tendrían ni para folios. No se atreven a quitar las subvenciones a la patronal, ni a los partidos políticos. Hacen una reforma sanitaria de la señorita Pepis: insisten en que es gratuita y universal. Ja, eso no existe. La pagamos nosotros, nadie regala nada. Nada es gratuito, nada. Eso sí, los sueldos del personal sanitario están por los suelos y el trato que les da la Administración es esperpéntico y de campo de concentración. Nuestro “gobernantes” son duros con los débiles y blanditos con los fuertes (banca, sindicatos, terroristas…). Para hacerlo asi vale cualquiera. Falta inteligencia, honradez, valor e imaginación. Qué pena de época la que nos ha tocado vivir: primero una dictadura y ahora otra, pero con urnas, para disimular. ¿Seremos tan tontos como para consentir que nos traten así? No sé, a veces, cuando me desanimo más de lo habitual, llego a pensar que, a lo mejor, hasta nos lo merecemos. Me queda la duda. Tenemos que poner un límite a esta situación tan desalentadora. ¿Cuánto más podremos aguantar?